Cadáver exquisito. V.S.L.P.08

Éste es uno de los resultados, o consecuencias, del primer día de la Gira errante en San Luis Potosí. Un cadáver exquisito patrocinado por unas cuantas cervezas, unos tragos de tequila y el Café Poliforum Il Fatto en el pre-after de la "Gira Literaria para errantes versión San Luis Potosí, 2008".
Para celebrar la exitosa presentación que las revistas errantes tuvieron en el Museo Francisco Cossío, se llevó a cabo una lectura alterna en este Café Poliforum.

Participantes en el cadáver exquisito: Los editores de las revistas, el colectivo de Supernova, el fanzine "Ahí va el agua", el equipo editorial y colaboradores de la revista blasfemia, y alguno que otro invitado.

San Luis Potosí, Febrero 2008

Vamos a empezar el tango, uno dos, uno dos.
Para después, alinear tus formas, diversas
con miles de sombras que se trepan a mis hombros
y que con susuñas desfragmentan las palabras
que caen como gotas en mi vaso,
en los huecos, en los espacios.

Las pa-la-bras
los bras y las frases.
El silencio, que corta cuellos y sentencias,
que corta entre los dedos.
Color negro, gris y blanco,
dilemas que sueñan con dinosaurios y navajas,
éter y luz, amor
y antropología conciente de su fluidez corta y limitada
mas siempre fugaz,
dando paso a sensaciones y sentimientos tan vulgares,
tan simples, tan humanas.
Al terminar todo empieza igual.
Todo al contrario complejo, pinche humanidad, pinche vida.

Vida perra dicen algunos,
pero su mordida duele más que la de los seres caninos.
Cada quien habla según le va en la feria,
algunos que se ganan todos los premios, o se cuelan sin pagar y otros, los más, esperan eternidades en la fila de la montaña rusa,
y cuando por fin, obtienen su lugar, quedan atrapados en ella,
suspendidos de cabeza otra eternidad,
algunos rezan a Dios para no morir,
pero las ferias son en Domingo,
y Dios descansa.

Por eso es bonito hacerlo en los camiones,
con el vaiven y el ir y venir uno (o una) se viene sobre ruedas,
como pájaro al vuelo que gotea gozoso sobre cabezas de alfileres,
sin sentido.
Y sin embargo rodando.
Y se comía los márgenes del estero…
él estaba ciego y tendía papalotes para vivos ojos a la vista del mar.
Dejo que la arena cubra mi cuerpo llevándose el agua todos los problemas
tal vez por eso le tuve tanto miedo al mar
Tal vez por eso es tan salado.
Su beso, sus versos,
Sangrientos y extraños,
Tal vez por eso es tan saldo,
Por su cuerpo delirante y sucio,
Por sus días de pasión insatisfecha
Tal vez por eso es tan salado
Por los meses que lleva aquí,
Muerto, embriagado.
Sobre todo muerto.
Dicen que ellos olvidan, que con la muerte todo deja de doler.
Tu estás aquí
no hablas, mientes
estás y dueles,
no sin luz o antes sombra.
Y el mar nunca es demasiado profundo.

El recuerdo de que estamos muertos,
el recuerdo de que vivimos,
la nostalgia por el tiempo que ya fue o que será,
en el último átomo de tu vida.